En comunicación telefónica con De Buena Fuente (FM Profesional 89.9), el reconocido dirigente justicialista comenzó contando que “me puse la meta de ir a la asunción de Cristina, porque me aferré a ella por todas las cosas infundadas que le decían, y yo no digo que es Evita, pero tiene unos tremendo ovarios, y más allá del poder que tiene, yo veo todo lo que le hicieron como mujer y persona, porque le quisieron abrir el cajón al marido, le inventaron tapas en Clarín al hijo, se metieron con la salud de su hija y de su madre”.

Haciendo un repaso por su historia, Maras recordó que “mi mamá me dejó el legado de ser peronista, y recuerdo que nos criamos en un conventillo que quedaba al frente del monoblock Salta, y después nos fuimos a vivir al Legado Güemes, y después mi papá compró un terreno en Villa Tarrito, y todo el tiempo me inculcaron que Perón y Evita les dio de comer y los ayudaron a criar a 10 hijos”.

Así comenzó su militancia en el PJ hasta que la ex-presidenta de la Nación lo cautivó, por lo que no dudó en hacerle un recibimiento especial cuando amagó con venir a presentar su libro "Sinceramente", hace no mucho tiempo: "cuando me enteré que venía Cristina decidí ir a acampar cerca del aeropuerto un día antes, y me acuerdo que éramos como 200 que íbamos a ir a instalarnos, y allí me hicieron un reportaje que tiene como 31 mil reproducciones donde dije que no me interesaba si no podía verla, pero quería estar allí”.

Al "Loco" Maras también lo identifican por su vehículo, el cual bautizó como el "Cristina-móvil": “tengo un Ford Falcon modelo ’88 y con ese trabajé con Miguel Isa en la campaña, y ahí comencé a armar el ‘Cristina-Móvil’, donde lo preparé para viajar a la asunción y le puse cosas relativas a Cristina y al peronismo”.

Esta idea no pudo darse, ya que, contó que “me enteré que había un viaje para ir a la asunción de Alberto y Cristina gracias a José Vilariño, que a pesar de que no trabajé con él, sino que apoyé a Miguel Isa en la interna, pero como buen peronista, acompañé a Sergio Leavy porque él ganó, pero pude viajar a Buenos Aires".

Una vez instalado en Plaza de Mayo, dijo que "tengo muchas fotos con la careta de Alberto, lo que me permitió que la Policía Federal me deje pasar varios vallados, pero también llevé la careta de Cristina, y andábamos por ahí con unas compañeras y la verdad que demoramos casi una hora para caminar una cuadra por la cantidad de gente que nos pedía fotos”.

“Fui a Buenos Aires y volví en el día por cuestiones laborales, pero prácticamente no nos dejaban caminar, y me acuerdo que en un café me metí a pedir un vaso de agua, y cuando me vieron con la careta de Cristina se pusieron como locos porque la aman”, concluyó entre risas.