En la mañana del domingo se produjo el hallazgo del cuerpo en inmediaciones del río Arenales, en la zona próxima a barrio Don Emilio. Una vecina que se acercó a buscar a uno de sus caballos, observó un cuerpo entre la maleza y cuando se acercó se dio conque no reaccionaba, inmediatamente llamó al Sistema de Emergencias. Por estas horas se realiza la autopsia y pese a que los familiares directos prefirieron ser cautelosos con la confirmación de que se trata de la mujer desaparecida, varios conocidos expresaron sus condolencias por las redes sociales.

La fiscal penal 2 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, María Luján Sodero Calvet, trabaja en la investigación desde el momento del hallazgo del cuerpo de la mujer. Debido a la cantidad de consultas que realizaron los medios de comunicación, Sodero Calvet tuvo que salir a brindar información por Twitter y el equipo de prensa de la fiscalía comunicó las primeras líneas de trabajo para calmar un poco la cantidad de rumores que hay en torno del hallazgo.

Según pudo conocer El Expreso de Salta, la versión de que una vecina la encontró de casualidad efectivamente fue así, y ella se comunicó con el 911. Y los policías se llevaron una gran sorpresa porque nadie esperaba encontrarse un cuerpo sin vida pero dejó un gran interrogante el hecho de que el vehículo en el que se desplazaba Palomo, fue encontrado a kilómetros de distancias, en el barrio copete de Tres Cerritos, con aparentes signos de violencia, tal cual lo expresaron fuentes cercanas.

De acuerdo a la testigo que dio parte a la Policía, el cuerpo se encontraba boca abajo y tras la intervención del Cuerpo de Investigaciones Fiscales en las pericias de rigor, la fiscal ordenó que sea trasladado al Servicio de Tanatalogía Forense para que se realice la autopsia para determinar la causa y data de muerte.

Sodero, quien estuvo trabajando en el lugar, explicó que los indicios recogidos hasta el momento, hacen presumir que pudo ser víctima de la comisión de un delito. Trabajan en el esclarecimiento del hecho, personal del Cuerpo de Investigaciones Fiscales y efectivos de la División Homicidios.

Sandra Palomo era una docente jubilada de la localidad de El Chorro, en el oeste formoseño. Su esposo sería un médico que está con licencia especial por la enfermedad de Parkinson. Sus amistades no entienden qué pudo haberle pasado y sostienen que no tenía diferencias con nadie.