Alquilar en Salta cuesta casi el doble que en Tucumán y la oferta no reacciona

Buscar un techo en la capital salteña se ha transformado en una verdadera odisea financiera. El mercado inmobiliario local exhibe una rigidez de precios que desacopla a la ciudad del resto de la región. Según el análisis de desarrolladores privados, la disparidad es brutal: mientras en San Miguel de Tucumán un departamento de un dormitorio ronda los 380.000 o 400.000 pesos, en Salta esa misma unidad cotiza entre 600.000 y 680.000 pesos.

¿Por qué Salta es tan cara? La respuesta reside en una "tormenta perfecta" de demanda sostenida. A la afluencia histórica de estudiantes universitarios —solo la Católica suma mil foráneos al año— se le agregó un factor determinante: el boom minero. A diferencia de otras plazas, la industria del litio trae trabajadores calificados que se radican de forma permanente, presionando los valores al alza y absorbiendo rápidamente el poco stock disponible.

Del lado de la oferta, el panorama es sombrío. Las crecientes exigencias para habilitar nuevos loteos y la burocracia en la provisión de servicios básicos han ralentizado el ritmo de la construcción. "Desarrollar hoy implica costos y tiempos que el mercado no logra absorber a la velocidad necesaria", advierten desde el sector.

Este escenario deja a la clase media en una encerrona. Sin acceso masivo al crédito hipotecario —Salta apenas capta el 1% de las hipotecas nacionales—, el sueño de la casa propia se posterga indefinidamente, convirtiendo al alquiler en un estado permanente y cada vez más asfixiante para el bolsillo del trabajador local.