En diciembre del año pasado explotó la noticia por la detención de siete personas, entre agentes y jefes del Servicio Penitenciario, supuestamente vinculados al cobro de coimas a cambio de brindar un trato privilegiado a algunos internos detenidos. Antes, un equipo de investigación habría confirmado los contactos y los movimientos de los detenidos.

La causa sigue en curso, pero ante la incertidumbre, la desazón y el malestar de los familiares, decidieron tomar el toro por las astas y recurrir, en primer lugar, a un abogado para que se haga cargo del caso, más precisamente de la situación procesal de dos de los detenidos: Sergio Moya y Raúl Antonio Arjona, quienes están detenidos en la Alcaidía desde enero pasado. Para la reunión con el abogado Santiago Pedroza, también se convocó a  a los medios de prensa, para dar otra versión de cómo fueron los hechos que los mantiene privados de su libertad. Celina Vásquez, hermana de Moya, habló junto a Rodrigo, sobrino de Arjona, y contaron en detalles a El Expreso de Salta, todo lo ocurrido y por qué piden justicia.

Celina relató: “Quiero poner mi otra campana porque salieron a decir muchas cosas, poar ejemplo, que los que fueron detenidos son culpables, cuando la verdad no lo son, a nosotros nos hicieron el 7 de diciembre un allanamiento y no le encontraron nada a mi hermano y lo mismo se lo llevaron. A mi hermano lo sacaron, él en ningún momento se resistió, se lo llevaron a la alcaidía y estuvo 13 días presos y de ahí le dieron la domiciliaria el 18 de diciembre. El 30 de enero se lo llevaron nuevamente a la alcaidía y hasta el día de hoy ,él sigue detenido y está corriendo peligro su vida allí. El tiene 42 años e iba a cumplir 20 años de servicio, entonces él tiene contacto con las personas que trabajan ahí, también trabajó en la alcaidía y en el penal, entonces la verdad es que psicológicamente, ellos están mal”, advirtió.

Celina Vásquez le pidió a la directora del penal de Villa Las Rosas que “recuerde que ellos todavía pertenecen al Servicio Penitenciario, por lo tanto, tiene que tener consideración. Ellos se perdieron muchas veces cumpleaños, días de la madre, y sin embargo, están haciendo abandono de personas, porque en el tiempo que estuvieron con domiciliaria, nunca los del Servicio Penitenciario fueron a visitarlos cuando sabemos que ellos tienen que brindar asistencia psicológica, ellos tienen gabinete y nunca se lo brindaron, nosotros también como familias estamos siendo muy perjudicados, porque la verdad que esto ya nos está superando, queremos que nuestra campana se escuche, que estamos pidiendo justicia, porque no le han encontrado nada y les dicen que los volvieron a detener por un secreto de sumario hasta el 18 de enero y luego la fiscal aparece con tres detenidos más, diciendo que salieron a denunciar que ,supuestamente, ellos les daban los beneficios, pero son dicho de personas presas, no hay pruebas; lo que nosotros sabemos es que la fiscal, a esos presos le dio beneficios, por ejemplo, cambio de pabellón”, denunció.

En tanto, describió de que su hermano, Sergio Moya, prefiere callar para evitar problemas de salud a su madre. “Nosotros tenemos visitas solamente dos veces a la semana, martes y sábados, de 13 a 15, nos dejan entrar solo a dos familiares por preso, y la verdad que no la está pasando bien, porque los están mezclando con otros presos, mi hermano no nos va a contar porque sabe que mi mamá sufrió dos ACV, y él no la va a preocupar, pero seguramente se siente amenazado porque sabemos cómo es ahí adentro, porque tenemos familiares que trabajan adentro y sabemos que ahí es feo, sabemos en las condiciones que están ahí, por eso pedimos que, mientras la fiscal quiere seguir averiguando o poniendo testigos, queremos que ella hasta tanto, le dé la domiciliaria otra vez a mi hermano, porque no la está pasando bien él, nos sabemos si tiene para comer o no, porque cuando vamos y le llevamos algo, nos dicen, no, esto no pasa, el agua incluso, cuando hay tantos casos de salmonela que no podemos arriesgarlo así”, contó la hermana de Moya, Celina Vásquez.

Por último, Celina pidió: “Que se sigan haciendo las averiguaciones, no debemos nada porque no tenemos. Nosotros somos familias que trabajamos desde nuestros padres, nos levantamos todos los días desde las 7 de la mañana hasta las 19 horas, trabajamos toda la vida, pero la fiscal sigue queriendo buscar algo, pedimos justicia”, reiteró Celina.

Por otra parte, el sobrino de Arjona se sumó al mismo pedido y contó lo sucedido con su tío. “A él le hicieron un allanamiento y no le encontraron nada, le revisaron el teléfono y tampoco le encontraron nada, o sea que están por estar, no hay nada, ninguna prueba suficiente que lo tengan ahí. Él no se resistió, fue al trabajo, le pidieron la lleves, las entregó, le hicieron el allanamiento y se lo llevaron a la alcaidía, y ahí estuvo hasta el 18 de diciembre, el 30 de enero se la revocaron y hasta el día de hoy que no lo veo. Mi tío tiene 40 años y una beba de un año y no la puede ver porque cuando son las visitas de los familiares es mejor que vaya su mujer con un familiar directo y la verdad que él tampoco quiere contar mucho para no angustiar a los demás familiares, pero tampoco la pasa nada bien adentro”, aseguró Rodrigo Arjona.