La promocionada “pelea del año” terminó tal como se promocionó, de forma espectacular. En el séptimo round cuando aún no estaba nada definido y Ryan García intentaba tomar de nuevo la iniciativa, como un relámpago, Gervonta Davis sacó un golpe al hígado y terminó con su rival arrodillado y desarmado en un rincón del ring, ante la mirada atónita de más de 20 mil espectadores.

El golpe salió en un cruce en donde Davis parecía a la defensiva, recibiendo un derechazo en la cabeza, pero milésimas de segundos antes, le había impactado con la izquierda en el hígado a su rival. Segundos después, García ponía rodilla en lona, y miraba a su rival entre sorprendido y vencido.

Invicto, García nunca había estado en esa situación.

Como la mayoría de los combates de boxeo, esta también tuvo un primer round de estudio. Con Ryan adueñándose del centro del ring, y Gervonta con su mano izquierda extendida, cuidándose de cualquier golpe, teniendo en cuenta el peso de las manos de su rival.

En el segundo round, García aumentó su asedio, y logró conectar varias veces, pero no con la potencia que lo llevaron a ganar 19 peleas por nocaut. Lo buscó casi de la misma forma que Maidana lo hizo con Floyd Matwather. Pero Gervonta zafó gracias a gran movimiento de cintura y a la rapidez de sus piernas. Igual, por momentos pareció acorralado, y cuando muchos pensaban que se le venía la noche, como un relámpago, sacó un zurdazo y lo estrelló pleno en el rostro de Ryan, sentándolo en la lona un par de metros más allá. Si bien se recuperó, Ryan ya no sería el mismo del comienzo agresivo.

Gervonta manejó los cuatros rounds siguientes, y sumó puntos a su favor, pero sin impactar demasiado en su rival. Pero cuando Ryan quiso pasar al ataque, en el séptimo round, otra vez aparecieron fulminantes la velocidad y la precisión de su rival. Y la concentración milimétrica del campeón, para no perder una milésima de segundo para sacar su golpe. Justo antes de recibir un derechazo en la cabeza. Fue más preciso. Por eso, segundos depues, Ryan estaba de rodillas ante la alegría de muchos y la desazón de otros.

Después Gervonta dijo que estaba todo estudiado y que esperaba su momento. “Esperaba que se pusieron de pie, pero cuando me miró, entendía que todo había terminado”, contó.

García reconoció la capacidad de su rival, y dijo que en los dos golpes lo sorprendieron. "Nada como pelear contra los mejores", resumió en una foto con su vencedor tras el combate en Las Vegas.

La pelea se llevó a cabo en la madrugada de hoy domingo, ante más de 20 mil personas en el T-Mobile Arena, en Las Vegas, Nevada. Fue transmitida a todo el mundo por dos cadenas de televisión. Y fue una pelea en la que sólo estaba en juego la capacidad de los contrincantes. Nadie puso en riesgo su corona. El que ganaba se llevaba una bolsa millonaria y el “título” de mejor libra por libra de estos años.