Cuando parecía que Boca iba a sumar otro partido más sin ganar en la Bombonera ante Deportivo Pereira de Colombia, lo terminó ganando dando vuelta el resultado, en un partido complicado, pero con el empuje de sus hinchas y la figura destacada del pibe Barco, los dirigidos de Jorge Almirón, se llevaron una victoria por 2-1 para el recuerdo, aunque continúe en deuda futbolística, logró un impulso anímico que podría aprovechar parta lo que viene en el ciclo del flamante DT.

El equipo de La Ribera volvió a mostrar falencias serias en la generación de juego, y con el correr de los minutos dejó a la visita agrandarse a punto tal de terminar salvado-con justicia- por el VAR. Los gruesos de las emociones comenzaron en el último tramo del primer tiempo, cuando Johan Bocanegra exigió a Sergio Romero y Darío Benedetto falló en la respuesta local. Antes del final del primer tiempo, a los 42 minutos, el equipo visitante convirtió de cabeza a través de Juan Quintero, pero el VAR observó el agarrón de Angelo Rodríguez sobre Pol Fernández que volvió el marcador a cero. En el descuento, mientras Chiquito tapaba la última, Jorge Figal le estiraba la camiseta en el área a Ángelo Rodríguez, pero la acción no se revisó.

En el complemento arrancó mejor Boca, más adelantado y preciso, y amenazó con dos remates de Sebastián Villa que se fueron cerca, un cabezazo de Pol Fernández y otro intento que dio en el palo, cuando la acción ya estaba invalidada por falta en ataque. Como mala, Benedetto pidió el cambio por lesión, y a los 31 Arley Rodríguez buscó a su compañero Ángelo, el pase se fue largo y entró por izquierda Jimer Fory para batir a Romero con un disparo al segundo palo.

No obstante, otra vez el epílogo tendría reservadas emociones fuertes. A los 43 minutos, Luis Advíncula se encontró afuera del área con un mal control de Villa y clavó tremendo disparo al ángulo derecho del arquero. Luego el ingresado Maicol Medina vio la roja a los 45 y con los 10 minutos de adición que dio el árbitro, Boca se sobrepuso y en el cierre amenazó Pol Fernández con un cabezazo, y a los 54, cuando se moría el partido, Villa descargó por izquierda para la subida de Valentín Barco, la figura del encuentro, quien mandó el centro para Alan Varela que entraba solo por el corazón del área y cabeceó junto al poste para que la fiesta fuera completa. Boca logró así su primer triunfo en el Grupo F y saltó a la punta.