Con el PRO prácticamente definido a favor del “surfista” Horacio Rodríguez Larreta y sin posibilidad de conformar un frente conjunto, el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, parece decidido a seguir adelante con la propuesta “antigrieta” que entre otros vienen pregonando dirigentes políticos como Juan Manuel Urtubey, a quien precisamente, habría elegido para que sea su vice tal como lo fue de Roberto Lavagna en las elecciones pasadas.

Schiaretti y Urtubey almorzaron este martes en la Casa de Córdoba, en Buenos Aires, desde donde salió la confirmación de la decisión de conformar una propuesta electoral para las elecciones de octubre próximo. Schiaretti, quien goza de un gran apoyo en su provincia (al menos hasta ahora) había anunciado a principio del año pasado su decisión de postularse para presidente de la nación por fuera del kirchnerismo y el peronismo nacional, quizás, convencido de que el gobierno nacional no tendría posibilidades de renovar el mandato.

"Ni con los K ni con el Frente de Todos", subrayaron Schiaretti y Urtubey luego del almuerzo y anunciaron que, por ahora, los dos serán candidatos a presidente por el mismo espacio, aunque en la balanza de las posibilidades, el cordobés le saca amplísimas ventajas al salteño. Schiaretti tiene consolidado su poder no sólo ahora que ejerce la gobernación sino también para después, ya que está instalando como sucesor al actual intendente Martín Llaryora.

Urtubey puede sumar al gobernador Sergio Uñac, también del peronismo neoliberal, y quien no se animó a cuestionar a la Corte Suprema en la escandalosa intromisión en las cuestiones legislativas al resolver un recurso de amparo a favor de Rodríguez Larreta. Y también podrían sumarse otros peronistas que prefieren la comodidad del silencio antes que confrontar con el poder económico concentrado o el poder judicial de elite que reinan en el país.

Urtubey, que primero apoyó el "plan nacional y popular" de Néstor Kirchner, no soportó la lucha contra el campo y ante la llegada de Mauricio Macri al poder, no tuvo problemas de arrimarse a las filas del PRO, pero quedó desairado y finalmente se postuló con el exministro de Economía de la Nación, Roberto Lavagna, obteniendo una magra recaudación de votos en las elecciones presidenciales. Ahora, el salteño sin retorno al peronismo nacional, apostará por Schiaretti.