La Ley provincial del Mérito Deportivo busca reconocer con un beneficio económico a todo deportista que se haya destacado en una disciplina y una vez retirado ten garantizado un ingreso que le permita sostenerse económicamente.

A cambio, el beneficiario -que deberá tener condena judicial de ningún tipo- deberá brindar charlas, dar conferencias o enseñar sobre su actividad deportiva en instituciones escolares, deportivas o municipales.

Fue aprobada en el año 2016 por la Legislatura, pero fue vetada por el gobernador Juan Manuel Urtubey, quien estaba en desacuerdo con algunos puntos de la misma.

El proyecto fue una iniciativa presentada por  Fabiola Soria, titular de la Fundación “Narices Chatas” de Tartagal y actual presidenta de la Unión Provincial de Boxeo, y no de la Secretaría de Deportes provincial, “copada” por periodistas y casi nada de deportivas, salvo algunos amigos de funcionarios ocasionales, lo que explica la inacción en este punto, que hasta ahora permite que la ley del mérito deportivo no entre en vigencia, pese a que fue aprobada con sus modificaciones en diciembre del 2021 y promulgada por el gobierno provincial. Pero el texto duerme en algún cajón de la Secretaría General de la Gobernación, mientras varios deportistas ya retirados no pueden acogerse a sus beneficios. Por ejemplo, el caso de Rubén Condorí, quien alguna vez llenó el estadio Delmi y puso a Salta en las noticias internacionales cuando enfrentó al mexicano Román por el título del mundo, entre otras peleas de gran repercusión deportiva y popular. Condorí sufrió una enfermedad en uno de sus ojos y para afrontar los gastos de la intervención quirúrgica, sus colegas y amigos debieron realizar -contra su voluntad- una colecta en la que colaboraron boxeadores en actividad y retirados de todo el país, y el cirujano que le realizó la operación sin costo alguno.

Este caso, puso de nuevo en consideración de los deportistas sobre qué está pasando con la ley del Mérito Deportivo, que impulsada por Esteban Amat Lacroix fue aprobada por la Cámara de Diputados en abril del 2021 por unanimidad. Luego, en agosto, el Senado le realizó modificaciones y el texto volvió a Diputados, y finalmente quedó aprobada. El gobernador Gustavo Sáenz la promulgó en diciembre de ese mismo año, o sea que hace ya más de un año que la norma espera la correspondiente reglamentación de la Secretaría de la Gobernación.

La ley 7927 es única en el país, y así se lo reconoció el ex campeón del mundo Marcelo Domínguez se lo reconoció a la esposa dee Sáenz, Elena Cornejo en su visita a la provincia, el año pasado.

Esta ley establece los deportistas salteños para acogerse a la misma deben contar con una edad mínima de cuarenta (40) años para disciplinas de combate físico o de cincuenta y cinco (55) años si desarrollaron otra disciplina.

Este beneficio no será incompatible con cualquier otra jubilación, pensión o contribución mínima que perciba el deportista.

Para ser beneficiario, el postulante no debe contar con condena penal firme por delitos dolosos cuya sanción estuviere reprimido con pena privativa de la libertad; además, el pago de este beneficio se suspenderá si el beneficiario figurase en el listado del Registro de Deudores Alimentarios Morosos de la Provincia.

Además, los deportistas que accedan al beneficio de la ley deberán colaborar en las áreas de educación y deportes de instituciones provinciales, mediante el dictado o participación en conferencias, clases magistrales, jurados u otras actividades similares, en forma ad honorem en la medida de sus posibilidades y que, además, deberán continuar formándose y capacitándose.

La 7927 fue aprobada por las dos cámaras y promulgada por el gobernador, ¿a qué se debe que esté cajoneada en la Secretaría General de la Gobernación? ¿Es una estrategia de gobierno ganar titular y reconocimiento para luego postergar todo?