Oscar Antonio Marocco fue siempre muy cuestionado por designar familiares cada vez que le tocó asumir en algún cargo de importancia en la provincia. Esta vez, lo fundamentó de la siguiente forma: "Hoy le tomé el juramento como prosecretario de la Presidencia del Senado a Marcelo Herrera. Fue emotivo en lo personal porque se trata de un compañero de ruta que estuvo a nuestro lado desde siempre, incondicionalmente".

Y siguió: "Siempre digo que para abrazar la política no hacen falta cargos. Y de la misma manera digo que cuando a uno le toca asumir una responsabilidad pública debe hacerlo con total honestidad, honradez y entrega. Estoy convencido de que así lo hará Marcelo".

¿Y para el resto de la ciudadanía?, se preguntará con justa razón cualquier vecino de Salta. Y lo peor, es la sospecha de que asumen en un cargo político, pero luego pasan a planta permanente y se quedan con el cargo por solo ser persona de confianza de un funcionario que está de paso en la gestión. El Senado no es el único lugar en donde ocurre esto. Pasa en Poder Judicial, por ejemplo, en donde si se investigan los parentesco, el resultado será sin duda escandaloso. ¿Acaso Marocco no era el cambio de la vieja política? Evidentemente, no.