Sorprendido por lo que considera actitudes de irracionalidad y violencia, contó que “hay un grupo de personas que se autodenominan referentes de los remiseros, que partieron desde un lugar lícito porque veníamos trabajando para un nuevo diseño del sistema”.

“Acá se está buscando el otorgamiento de licencias para quienes este sector considere necesario, y eso se transformó en una asociación ilícita que lo único que busca es ejercer presión de la manera que sea para tener ese manejo discrecional”, afirmó.

En igual sentido, relató que “las amenazas llegaron desde distintos lugares, ya que luego de las protestas quedaron varios vehículos quedaron inhabilitados para trabajar, donde en su momento tuvimos inspectores a los que tuvimos que salir a rescatar con la policía porque estaban siendo seguidos por vehículos de este sector”.

En su caso particular, señaló que “viralizaron la patente de mi vehículo, incitando para que le prendan fuego, además de audios que hablaban de pegarme dos tiros y tirarme en un río, por eso hemos efectuado y ampliado la denuncia, y estamos esperando una resolución rápida del tema”.

“Presentamos todas las pruebas, copias, capturas de pantalla y publicaciones en redes sociales, y creemos que es material suficiente para que la justicia actúe rápidamente, porque entre denuncias y ampliaciones, ya son aproximadamente seis”, agregó. 

Entre molesto y abatido, dijo que “lo del bidón de nafta fue un golpe muy bajo, y la verdad que pienso que son personas que no miden las cuestiones familiares”, al tiempo que admitió que “hoy puedo decir que el cargo es una gran carga, y muchas veces cuesta seguir en esto y atendiendo las necesidades para poder cambiar la realidad, porque cada vez que uno tiene que sentarse a tranquilizar a los hijos por lo que viene pasando, se pregunta hasta qué punto vale la pena seguir en este baile”.