“Ahatay, El Demonio Blanco”, una serie sobre el chineo en Salta

La lic. en Comunicación Social y becaria del CONICET, Diana Deharbe, quien codirije “Ahatay, El Demonio Blanco” visitó De Buena Fuente con Marcela Jesús por Tv Canal 2 Salta, Atlantida FM 93.5 salta, La Muni FM 100.1, Salta Cable Color y Norte Visión Satelital.

La serie nace de una producción independiente salteña, y se inspiró en el caso Juana, que ocurrió en 2015.  Ganó el 1° Concurso Regional Nuevas Miradas del NOA, y también la convocatoria Renacer Audiovisual por el Regional del NOA, para llevar la serie a la TV Pública.

“La estamos produciendo en este momento con la productora Chulo, una productora Salta, con un conjunto de profesionales salteños también, es una docuficción de cuatro episodios, que estará en la TV Pública y Canal Encuentro”, explicó Deharbe. En este sentido, sostuvo: “Es corte educativo, apunta a la sensibilización sobre casos de abusos sexuales grupales a mujeres originarias y niñas del Chaco salteño, las más afectadas son las que pertenecen a la Nación Wichí, pero en otros acone también hay víctimas de esta práctica”.

La licenciada recordó que el Caso Juna “es emblemático”, y se basa en un caso de chineo o rameada, aunque remarcó que se trata de “una palabra con sentido muy disputado, y que aún no hay consensos ni acuerdos”.

“La docuficción presenta un panorama general, hay una historia ficcionalizada. Es un tema muy sensible, había que encontrar una manera para contarlo que sea atractivo para la audiencia”, contó la guionista. “Es la historia de una médica comunitaria que visita el Chaco salteño, que empieza a encontrar situaciones que disparan testimonios”, adelantó sobre la serie “Ahatay, El Demonio Blanco”. A través de los testimonios que se abordarán, vinculados al Caso Juana, la idea es “presentar una mirada general para entender el flagelo y fenómeno, que no ha sido muy estudiado”, sostuvo Deharbe.

Detalló que la misma será rodada en Salta y en la región del Chaco Salteño. “Hay gente que empezó a tratar con quienes están más habilitados a tomar la palabra, las víctimas y mujeres originarias. Es una práctica de violencia extrema hacia las mujeres, entendiendo a este cuerpo como un cuerpo territorio, es una práctica de dominación, donde hay relaciones de desigualdad entre géneros y se comete violencia sexual”, concluyó.