El empresario hotelero John Johnston fue favorecido con la justicia salteña que sólo le dictó una sentencia de "dos años y seis meses de prisión condicional", tiempo en el que deberá cumplir con algunas medidas preventivas pero gozará de total libertad pese al violento trato que le dio a su expareja, solo por reclamarle el salario para la hija de ambos.

El caso llegó a la Justicia, luego de que la mujer le reclamara largamente el pago de la cuota alimentaria; y para "acordar", Johnston la convocara a su conocido hotel en Villa San Lorenzo, pero apenas llegó la agarró a golpes, la tomó del cuello y la tiró al piso, con claras intenciones de provocarle algo más que daños físicos.

Luego, haciendo valer su influencia en los sectores de poder, evitó que la seccional policial de San Lorenzo tomara denuncia a la mujer golpeada; lo que le sirvió para ganar tiempo y escapar a Uruguay. Tras un largo tiempo, regresó y se presentó en la Ciudad Judicial, que la magistrada consideró "presentación espontánea".

Además, a pesar de que existen pruebas de amenazas de muerte en contra de la mujer, y de lo que la niña contó en cámara Gesell, para la magistrada sólo mereció una prisión condicional de dos años y seis meses, que dicho en criollo es como una llamado de atención. "No lo haga más!" Lamentable.

Cuando comenzó el conflicto que en ese momento tuvo trascendencia nacional, John Johnston le había advertido a su ex pareja: "Tengo influencia con gente del poder, jueces y políticos son mis amigos, no van a poder hacer nada". A conocer la sentencia, hay que reconocer que Johnston tenía razón.

La carátula bajo la cual se catalogó el accionar de John Hartwell Cooke Johnston fue como autor del delito de tentativa de homicidio agravado por la relación de pareja preexistente y por el género en perjuicio de su expareja y para María Eugenia González Enriquez, su pareja, como partícipe necesario del delito de homicidio.

El hecho ocurrió el 26 de febrero de 2020 por la tarde, cuando la expareja del empresario se presentó y luego de agresiones verbales la sacó hacia el jardín a empujones y su actual pareja, González Enriquez, ayudando al violento retuvo a la menor por los brazos en el interior del hotel para que no ayude a su madre.

Johnston intentó afixiar a la víctima y fortuitamente la mujer ofreció resistencia y pudo arrojar una piedra contra una puerta vidriada y la niña pudo escapar. En este intento, la actual pareja de su padre, la empujó y la arrojó al piso, haciendo que golpeara su cabeza.

La hija pese a toda esta situación traumática pudo tomar una fotografía con un celular, captando el momento en que el acusado estaba sobre su madre agrediéndola y pudo llamar a una tía, quien llamó al Sistema de Emergencias 911.

Pese a que la conducta de John Johnston estuvo orientada a producir el femicidio de su expareja al reducirla en el piso y provocarle asfixia mecánica con las manos, la Justicia salteña consideró oportuno darle dos años y seis meses de prisión condicional, sin lugar a dudas "una condena ejemplar".

Ejemplo de que cuando media el poder y el dinero, el discurso oficialista de la buscar la igualdad de género y prevenir los femicidios, incluso la creación de la secretaría de la Mujer y Género, anunciada recientemente por el gobernador Gustavo Sáenz, son nada más que un "chiste" nada gracioso para las víctimas de violencia machista.