Hace tres años Melchor, Gaspar y Baltasar viajan directamente a la zona oeste de la ciudad de Salta para cumplir con el legendario acto de ofrendar regalos al niño Jesús a través de las cientos de familias que anoche salieron alegremente a su encuentro. 

La lluvia que amenazaba, paró. Desde la medianoche, los Reyes Magos coparon las calles y avanzaron en medio de una columna de vecinos y vecinas que avivaba a su paso el espíritu del barrio: la unión, la solidaridad y sobre todo, la felicidad de los niños y niñas, que durante el día de ayer, buscaron el par de zapatillas, el agua y el pasto para los camellos invisibles, que aterrizaron en Barrio Palermo, en el techo de la casa de la familia Vaca.

Algunos pequeños temerosos, esperaban en la puerta de su casa, agarrados de las piernas de sus mamás que los alentaban a ir a saludarlos; otros corrían con la adrenalina de la ilusión y la inocencia, intactas; los papás guardaban el recuerdo del momento en fotos y videos. Los Reyes Magos de zona oeste repartieron más de 1200 presentes, entre risas, saludos y amor, y entre una caravana de niños y niñas que aplaudían a su paso y algunos, hasta le acercaron sus cartitas.

Pasaron por el Hipódromo San Isidro, la plaza de Palermo, la Avenida de los Jockey, el Anfiteatro de Alto La Viña, la querida escuela Cuchi Leguizamón, Porta Aviones, 25 de Mayo, Estadio Pellegrini, Salguero, Plaza Virgen del Rosario de San Nicolás y volvieron al punto de inicio, para llevarse con ellos la esperanza de una nueva visita, el próximo 6 de enero.

Sandra Manque, una de las vecinas que coordina con los míticos personajes bíblicos, dialogó con El Expreso de Salta sobre la actividad: “Es un esfuerzo que se realiza para hacer de la Noche de Reyes algo mágico y que permanezca en el tiempo. Hoy que no está bien la economía de muchas familias, llegamos a repartir golosinas y juguetes con la ayuda de vecinos y amigos de la familia”. Héctor Enrique, Rubén Sebastián, Alicia Elizabeth y Carmen Beatriz, los hijos de Sandra, trabajan solidariamente cada fin de año para recolectar los juguetes, golosinas y presentes para cada niño y niña de la zona. Sandra recuerda a esta redacción el aporte fundamental que hizo Héctor "Osito" Cruz, querido periodista y vecino, que organizó y caminó el barrio desde la primera visita de los Reyes, hace algunos años, y hoy seguramente la sigue acompañando, desde donde esté...

Algunos juntaron donaciones, otros armaron las bolsitas con golosinas, otro hizo de DJ para animar la extensa caminata, y hasta Alicia, una joven tatuadora, intercambió tattoos por juguetes; y es que no todos los barrios tienen la dicha de tener tan ansiada visita, y en la oeste, es gracias a la generosidad de familias, como los Vaca. Casualmente, Horacio Vaca -el marido de Sandra- y los vecinos Ezequiel Castillo y Armando Castillo, de Barrio Palermo, desaparecieron minutos antes de las doce y se perdieron el recorrido mágico de los tres reyes magos… ¿Alguien sabrá por qué?