En comunicación telefónica, el joven recordó que “fui a donar sangre hace un año y medio, y me preguntaron si quería donar médula ósea, y dije que sí".

“Es muy raro que te puedan llamar porque no siempre hay compatibilidad entre el donante y la persona que lo necesita, pero cuando salió un positivo para donar, me llamaron del INCUCAI y fui a experimentar lo que es salvar una vida”, celebró.

Allí, contó que “me llevaron a Buenos Aires, me hicieron todos los estudios, que salieron todo bien, y en el segundo viaje ya pude donar, donde fui dos días para los estudios de sangre, y después el mecanismo fue como el mismo que se utiliza en las donaciones de sangre convencionales”.

“Al principio todo es anónimo, pero después me enteré que era para una persona de 58 años de Buenos Aires que tenía leucemia, y gracias a mi médula ósea va a tener posibilidades de recuperarse”, aseguró.

Por último, Jesús Castro destacó que “soy el segundo donante de médula ósea en Salta, y la verdad que se siente una satisfacción muy linda poder explicarles a mis hijos que se puede ayudar a la gente”.