"Soy el Comisario Burgos, parece que tengo positivo, me descuidé en un procedimiento", comienza diciendo visiblemente afectado el Jefe de la unidad especial destinada a controlar a los salteños que desde el inicio de la pandemia volvieron a la ciudad y debían estar aislados catorce días en distintos hoteles céntricos. 

"Hay que tener cuidado cuando vamos a proceder y tener mucha fe en Dios de que las cosas van a salir bien", continuó relatando entre tos seca y lagrimas, desde su aislamiento voluntario.

Burgos está a cargo de un grupo especializado que controla el arribo y las residencias de cuarentena de los ciudadanos que llegan a la ciudad en en este contexto de pandemia. Es decir, tiene contacto directo con posibles contagios tal como él mismo lo admite. "Duele...duele esta enfermedad pero ya vamos a salir adelante. Fuerza para mis compañeros de trabajo y mi familia y a todos los que siempre me siguen", agredece Burgos.

El comisario que años atrás tuvo que enfrentar un juicio junto a otros miembros de la motorizada de Salta. En esa oportunidad, logró demostrar su inocencia pero la institución que tanto defiende siempre le puso piedras en la rueda a su carrera policial.