“El que mal anda, mal acaba”. El sospechado proceso licitatorio del millonario servicio de recolección de residuos en la Ciudad de Salta, quedó suspendido hasta nuevo aviso, según le informó coordinador jurídico y de procuración de la comuna, Daniel Nallar, a diario El Tribuno, de propiedad de la intendenta Bettina Romero. Llamativamente, esa noticia que es de interés público no sólo por la importancia del servicio sino también por los fondos que se destinan al mismo no fue publicada por el sitio web del CCM.

Casi a hurtadillas, Nallar cuenta argumentos de la medida, se contradice varias veces, y no logra eludir las sospechas de la medida: primero, culpa a la pandemia del coronavirus, como si ésta habría llegado a Salta esta semana. “Razones de público conocimiento, derivadas de la emergencia sanitaria vigente, sumado a los acontecimientos y estadísticas de los últimos días, que generaran medidas especial adoptadas por el Gobierno de la provincia…”, es extensa explicación textual brindada por el funcionario municipal.

Pero al hablar de las oferentes (la actual Agrotécnica y Eco Live) Nallar ya reconoce la existencia de una tercera empresa que pidió la postergación del proceso licitatorio para poder participar. Pero el funcionario rápidamente se ataja: “¡No tomamos esta decisión por pedido especial de nadie!”, dice. Y cambia el argumento de la pandemia y pone menciona excusa a “algunas declaraciones de concejales durante la semana, y otras que fueron complementando una decisión que se empezó a formar hace tres semanas…”. O sea, ya no es por el coronavirus. Y más aliviado, admitirá que “esta postergación va a permitir al menos el ingreso de una (empresa) más”.

Eso no es todo. Nallar dice que el próximo miércoles se les informará a las dos empresas oferentes, pero luego se corrige y cuenta que ya se les informó. Textual: “se notificó a los oferentes “Agrotécnica Fueguina y Eco Live S.A.) que se decidió postergar el procedimiento licitatorio”.

Nallar se ha convertido en un inhallable para los medios de comunicación locales, salvo que pertenezcan a la familia Romero o tengan compromisos publicitarios con el CCM, o sea encontrado en algún lugar pública, Nallar no accede a entrevistas. Sin embargo, aquí, pese a la tranquilidad de estar hablando con El Tribuno que tiene doble vinculación con el CCM, pertenece a la familia de la intendenta y cobra sustanciosas pautas publicitarias, cae en inexplicables discordancias.

Textual: “Hay que ver cómo se llega a la fecha del fin de contrato, que es lo que más interesa asegurar”, dice supuestamente en un “mensaje de alivio” a los habitantes de la ciudad de Salta. Y remata: “El fin del contrato no se puede tocar porque es un contrato firmado, cuya finalización es el 6 de octubre”, sin hacer mención a la posibilidad de prórroga. Y vuelve a contradecirse: “En caso de que no se termine con la selección del nuevo contratista antes de esa fecha (6 de octubre) se les va a solicitar (a Agrotécnica) que se mantengan en la prestación del servicio el tiempo que sea necesario hasta que se consiga terminar”, dice y amplía: “tratándose de servicio esencial, el contratista tiene la obligación de mantenerse en la prestación aún con contrato terminado y debe esperar a que asuma el nuevo prestador”.

Nallar no es nuevo en el tema. Ha sido conductor de las privatizaciones de los servicios más importantes en la provincia, en la década del ’90 en el mayor desguace que se le haya producido al Estado nacional y provincial, al amparo del menemismo. Llama la atención sus extensas verborragias para explicar esta decisión; sus contradicciones y el intento por ocultar la información de los espacios públicos, lo que hace sospechar aún más de cual será la decisión final de un servicio altamente millonarios como el de recolección de residuos. Y para disimular, al dar vuelta la página, el diario publicar un aviso de página completa de Agrotécnica.