Con la aprobación del COE, y el cumplimiento estricto del protocolo previstoppara la ocasión, en la tarde de este del domingo, se desarrolló la procesión en honor a la Virgen del Perpetuo Socorro. Fue de modo vehicular, es decir, la imagen de la virgen fue puesta sobre la caja de una camioneta y detrás de ella la acompañaron 100 vehículos que se inscribieron en los días del rezo de la novena. Los fortines gauchos, fervientes custodios fieles de la virgen debieron elegir entre tres y cuatro representantes por cada uno para poder acompañar la imagen.

El recorrido sufrió pequeñas modificaciones como, por ejemplo, se extendió algunas cuadras más y la virgen en lugar de descansar frente a la Legislatura, lo hizo frente a su casa, la iglesia San Alfonso.
 
La seguridad durante el recorrido estuvo a cargo de la policía de la provincia, Emergencia y Tránsito de la comuna capitalina.

La Virgen Gaucha partió de su templo, Leguizamón 812 a las 15. Luego siguió por Sarmiento, Belgrano, Zuviría, Rivadavia, Mitre y retomó calle Leguizamón retornando al templo.

 

El Arzobispo, Mario Antonio Cargnello en su homilía alentó a seguir adelante a pesar de la pandemia, que en estos tiempos difíciles se aferren a Dios, a la virgen. “A ella le pediremos de un modo especial que venga a socorrernos de esta pandemia, nos hace clamar con más fuerza, casi gritando, socórrenos María”.

 

“Qué pobre que es el ser humano que muchas veces nos creemos omnipotente y todo lo que vivimos nos hace ver que no lo somos, necesitamos de Dios, necesitamos de nuestra madre y necesitamos de los hermanos y necesitamos ponernos al servicio de los hermanos”.

Cargnello dijo que para toda la iglesia la experiencia de la pandemia “le exige ser una iglesia de la caridad, abierto el corazón a Dios para que él nos llene de su amor, la iglesia tiene que abrir el corazón a sus hermanos… al que está próximo a nosotros porque necesita fortaleza, paciencia, una mirada que le de valentía para que haya plena vida eterna en nuestras familias, esa vida que se muestra cuando sabemos darnos los unos a los otros. Tenemos que abrir el corazón a los que tienen hambre y que en estos tiempos se pone más difícil la situación”.

En otra parte de su relato, la máxima autoridad de la iglesia salteña señaló que el tiempo que se vive es un tiempo para que el examen de conciencia se traduzca en algunas preguntas como: ¿Hoy, he sido capaz de vivir la calidad completamente? ¿Quiénes se han acercado a mí y yo no lo he atendido? ¿He pensado en alguien más a quién tengo que darle una mano, una palabra, un gesto?

“Los tiempos son difíciles pero son tiempos para los cristianos, los cristianos se templan en los tiempos difíciles. Un cristiano se aferra a la cruz y allí descubre que justamente de la cruz, porque está el señor, porque la Llena de amor… nace la resurrección”.

Por último se refirió a la procesión, a la fiesta del Perpetuo Socorro que es tan especiales este año, por no poderse juntar, “son fiestas para consolidarnos en la fe, no tengamos miedo, es una oportunidad para crecer en esta vida plena, no tengamos miedo, la virgen está muy cerca de nosotros, al lado nuestro, ella es nuestro Perpetuo Socorro. Ánimo hermanos ánimo, hay que seguir adelante y siempre hay alguien al lado nuestro que nos necesita, estemos siempre dispuesto a tender la mano, es lo que nos pide el Señor en este año del 2020”, finalizó