La movilización partió desde las 14.30hs en el Monumento a Güemes, rumbo a la Legislatura donde se realizó un breve espectáculo con artistas independientes, finalmente la movilización se dirigió hasta la Secretaría de Trabajo para acompañar a los trabajadores mineros despedidos a la audiencia de conciliación obligatoria a la que fueron convocados luego de 21 días de acampe y huela por su reincorporación.

Los mineros fueron despedidos en el mes de marzo por una empresa contratista (EDVSA), violando todas las leyes laborales existentes incluso, el DNU nacional que prohibía despidos y suspensiones mientras dure la cuarentena. La empresa prestaba servicios en la minera Mansfield, que está a punto de iniciar sus trabajos de explotación de oro en la cordillera salteña. Los trabajadores exigen la devolución de sus puestos de trabajo ya que sus actividades estaban vinculadas al mantenimiento y construcción de todo el montaje eléctrico de la mina, por lo que su actividad es esencial.

      

Se trata de 250 trabajadores de distintos puntos de la provincia que desde hace tres meses no perciben ningún ingreso, la empresa que los despidió violando leyes laborales, no les ha pagado ni siquiera la doble indemnización que es lo que corresponde. Ramiro Frías, uno de sus delegados, es oranense, llegó a la ciudad hace 21 días gracias a que sus compañeros realizaran una colecta para pagarle el pasaje. En el día de hoy, mientras él y sus compañeros mantiene un acampe en las puertas de la empresa para reclamar las reincorporaciones, Ramiro fue padre por quinta vez, una niña llamada Valentina, su esposa y sus otros hijos lo esperan ansiosos en Orán.

Los obreros mineros, mantienen un acampe y desarrollan un “fondo de huelga” con el que solicitan el aporte económico de la población para poder sostener no solo el acampe sino también todas las medidas de lucha para poder recuperar sus fuentes de trabajo.

Los remiseros marchar porque la justicia todavía mantiene detenidos a los 7 trabajadores que fueron brutalmente reprimidos por la policía hace tres semanas atrás en las puertas de la Legislatura. Seis de los siete se encuentran con prisión domiciliaria y uno permanece en la Alcaldía, la Fiscal a cargo Mónica Poma, no cuenta con las pruebas que aduce tener para haber montado contra ellos causas muy complejas que implican hasta diez años de prisión efectiva.

Los remiseros se manifestaban en las puertas de la Legislatura provincial contra el monopolio que tiene los agencieros de decenas de licencias de remis para explotar el servicio y condenar a los choferes a pagar fortunas para poder trabajar. Su reclamo principal es ser titulares, cada chofer de la licencia que explota. Por esta manifestación y denuncia pública fueron reprimidos por la policía provincial y desalojados de la plaza frente a la legislatura, sin orden judicial.

Los remiseros y las esposas y familiares de los trabajadores se movilizaron junto a los mineros y los artistas exigiendo libertad y absolución para los trabajadores del volante.

Por su parte los artistas independientes, entre ellos muchos artistas callejeros, uno de los sectores más precario y golpeados, por ende, en el marco de la cuarentena obligatoria que se impuso en la provincia. Los ingresos de este sector de trabajadores de la cultura, depende de las acciones cotidianas, en los semáforos, de espectáculos en la vía pública y hasta en las ferias, la prohibición de circulación implica un golpe completo a su posibilidad de obtener ingresos por eso exigen subsidios por parte del estado, y la posibilidad de que se amplíe el Fondo Ciudadano extraordinario que estableció el gobierno provincial para artistas del ambiente.

Denuncian, además, las arbitrariedades de la policía provincial que, desde hace años, no solo al calor de la cuarentena, los detiene, les secuestra sus herramientas de trabajo en nombre de la Ley de contravenciones que ellos reclaman que tiene que ser derogada.

Diversos reclamos, encontraron en la jornada de hoy un denominador común. Un estado y sus instrumentos, como la Secretaría de Trabajo, la secretaría de cultura, AMT, la Justicia, la Cámara de Diputados, la policía, todos ellos organismos propios del estado, que no dan respuestas, sino que ponen obstáculos a los reclamos genuinos de los trabajadores para poder trabajar, cada uno de sus actividades y llevar el pan a la casa.