Una mujer de apellido Márquez denunció que junto a su pareja tiene un local de venta de películas y reparación de celulares y que una tal Silvana Villarroel, que se hace pasar por policía de drogas y a la que llaman “La Mayor”, en una oportunidad le comentó que tenía información sobre que la Ufinar la estaba por allanar porque vendía cosas robadas y “que a cambio de dinero, ella podía hacer desaparecer la causa y protegerla de los allanamientos”. Así, por este motivo de manera escalonada le entregó aproximadamente $60.000 lo que supuestamente fueron parar a los bolsillos de distintos policías de la Ufinar involucrando al Jefe de la misma, el Comisario Gustavo Moyano, y a varios oficiales. También denunció que “La Mayor” tenía fluidas relaciones con policías de drogas y de infantería. 

Los trascendidos indican que la denuncia sería un pase de factura por la falta de respaldo en la detención de los tres policías, lo que habría generado una fuerte interna en la UFINAR donde se cuestiona la jefatura del comisaro Moyano, quien es el que autoriza todos los procedimientos relacionados con el narcotráfico que se realizan en la provincia. Y que tiene como antecedente que ya había sido apartado del servicio cuando estalló el escándalo de los narcopolicías Giménez y Gallardo, el 26 de mayo de 2011, sobre la ruta 8 en Torzalito.