“La universidad, días antes del inicio de clases, entró en este congelamiento administrativo académico, lo que hizo que comenzaran a producirse resoluciones voluntaristas e individuales, donde muchos comenzaron a dictar clases virtuales”, cuestionó de entrada el dirigente radical.

Allí, aclaró que “por estatuto, la universidad solo contempla las clases presenciales, por eso nunca emitimos una normativa de clases virtuales ni semi-presenciales, por eso venimos diciéndole al rector que hay que definir, a través de un consenso entre las facultades y el rectorado, normativas para normalizar esta situación, porque se están dando trabajos prácticos y parciales de manera virtual”.

En relación a esta modalidad, Correa contó que “hicimos una encuesta muy exhaustiva donde le preguntamos a los chicos sobre qué herramientas tecnológicas utilizaban, qué calidad de conectividad tenían en sus domicilios y si manejaban programas especializados”.

“El 53% de la facultad de Humanidades, lo que implica más de 140 estudiantes, nos dijeron que tenían wi-fi, mientras que el 40% solamente el paquete de datos del celular, y el 7% no contaba con medio alguno, y a este informe se lo pasamos a la decana y lo subimos a las redes porque es un tema que nos preocupa, ya que queda afuera más de un 40%, además de que hay una sola empresa que liberó el paquete de datos para docentes y alumnos para que puedan trabajar en las aulas virtuales, y algunos no tienen sistema operativo Word o Excel en el celular, ni la aplicación PDF", subrayó. 

A modo de ejemplo, Rubén "Chato" Correa dijo que “tengo 104 inscriptos en Historiografía, de los cuales 60 están en Facebook, y 50 en WhatsApp, y 37 en el aula virtual, pero cuando mando el enlace para el salón virtual y poder vernos las caras, solamente éramos 27, ya que muchos no cuentan con los medios para poder ingresar, por eso es necesario readecuar los calendarios académicos por esta situación que estamos pasando”.

“En Salta, a esta decisión la tiene que tomar el Consejo Superior, que está en receso desde que se desató esto, y a pesar de que yo no tengo problema porque manejo los entornos virtuales, me parece grave comenzar las clases como si fuera una cuestión normal el manejo de las aulas virtuales, porque eso es una gran mentira ya que hay gente que va a quedar al margen”, denunció. 

Al finalizar, opinó que “este es un año atípico, donde no podemos simular normalidad, por eso es necesario un mes y medio para acordar medidas, ya que la UNSa tiene plata porque no se pagaron comedores ni becas".

"Esos 50 millones pueden servir para comprar módem, tablets y adecuar la fibra para mejorar el acceso, pero discutamos un nuevo calendario que nos coloque en las posibilidades con las que hoy cuenta la universidad”.