Sebastián Domínguez asumió la intendencia de Pichanal rodeado de buenas expectativas teniendo en cuenta la pésima y sospechada de corrupta gestión de Julio Jalit y sus colaboradores. Pero a poco de andar, Domínguez se olvidó de las promesas y sacó debajo de su escritorio un plan que va en contra de trabajadores municipales de planta y contratados, que no saben por qué fueron elegidos para quedar sin trabajo de la noche a la mañana, haciéndolos pagar a ellos la mala administración de Jalit, y la falta de ideas del mismo Domínguez.

Evidentemente, a Domínguez le está costando llevar adelante el municipio. Claro, no es lo mismo ser intendente que ser diputado, en donde de vez en cuando se presenta un proyecto o alguna resolución.

Los despedidos concurrieron esta mañana a la casa municipal para protestar, pero también para pedirle al intendente que les explique qué hicieron mal para quedar sin el sustento diario. Sin embargo, el intendente no los atendió. “Queremos saber los motivos por los que nos despidión”, gritaban desde la vereda los manifestantes. La respuesta de Sebastián Domínguez fue mandar a sus funcionarios a insultar a los manifestantes y recurrir a la policía para que los saque de frente del municipio. Esta actitud enojó bastante a los despedidos que la emprendieron con reiterados y ácidos insultos tanto para con Domínguez y sus funcionarios. Dicen en el municipio, que Domínguez como Jalit tiene su patota, un sistema muy utilizado en los pueblos chicos, pero contra el cual no hace nada ni la justicia ni los gobiernos provinciales. Verbigracia: Jalit se fue por el voto de la gente, pero con el aval de Urtubey y sin que la Justicia haya agilizado las causas por supuesta corrupción.

Lamentable., Domínguez no salió a dar la cara para explicarle a la gente porque apeló a sus ingresos supuestamente para solucionar el déficit que dejó Jalit.