La historia de Juan Carlos Borda parece sacada de una película pero es la cruda realidad que lo azota desde hace un par de años. Resulta que el buen hombre había decidido construir una vivienda en terrenos fiscales junto a un nieto de crianza que ya había formado una familia con esposa e hijos. Todos vivían en una casita de barrio 17 de Octubre hasta que comenzaron las discusiones. En una de las tantas peleas por diferencias propias de la convivencia, Borda amenazó con un cuchillo a su nieto y lo corrió de la vivienda. Este hecho fue denunciado y el jubilado quedó mal visto pero no se iba a dejar vencer pese a la prohibición de acercarse. Esto motivó a que la mujer del nieto lo volviera a denunciar pero esta vez afirmó que había abusado de sus hijos. La gravedad de la acusación echó por tierra toda posibilidad de que Borda pueda pisar la casa que el mismo construyó.

El tipo se quedó en la calle y con el correr de los meses logró demostrar su inocencia por falta de mérito. Incluso el nieto le pidió disculpas por lo sucedido y le contó que ya no estaba conviviendo con su esposa pero que se había adueñado de la casa. Las cosas se fueron agravando aun más y Borda no puede acercarse al domicilio de esta mujer. Con los años, el denunciante afirma que ya cambio varias veces de pareja y no da señales de que le devolverá la casa. Es por eso que Borda decidió manifestarse en la Ciudad Judicial para pedir justicia ya que actualmente vive de alquileres y nadie le da respuesta a su problema.

"No tengo ningún resultado, solicito que se presente el Presidente de la Corte y de la cara para decir cómo trabajan los jueces y fiscales que no trabajan. Mi expediente va dando vuelta de oficina en oficina, si no me dan respuesta me voy a ir a Buenos Aires. Quiero que nos llamen a todos juntos en un recito y dialoguemos el tema, quiero regresar a mi casa. Hace nueve años que estoy excluido de mi hogar con falsas denuncias por parte de la señora Claudia Cruz", concluyó Borda.