“Soy chileno, tengo 52 años y soy ingeniero en administración, y me dedicó al rubro turístico, y vivo en Santiago, donde hay más de 7 millones de habitantes y estamos viviendo momentos difíciles por un malestar general que no tiene ningún color político, sino que nació de los estudiantes por la elevación del subte, lo que fue involucrando cada vez más a la familia chilena, y se fue diseminando por todas las regiones”, comenzó contando.

De tono reflexivo, aseguró que “son 30 años de mucho descontento, y es paradójico que, en un país con alto consumo, hay temas sociales que fueron agotando la paciencia de la gente, ya que estamos dentro de los 15 países más desiguales del mundo, donde si la educación no es privada, la pública es muy mala, al igual que la atención en la salud, y todo este tipo de iniquidades fueron colmando la paciencia de la gente”.

En lo económico, contó que “la mayoría de los trabajadores tiene un ingreso menor a 500 dólares, pero el costo de nuestra vida es muy similar al de Portugal donde el ingreso mínimo oscila los 750 dólares, por eso somos la mala copia del ejemplo neoliberal americano, donde se fue perdiendo la mirada hacia lo social porque todo cuesta dinero y todo por algún lugar tenía que estallar”.

Allí, señaló que “los medios muestran la parte fea del movimiento, porque solamente pasan la represión y los saqueos, pero esta es una manifestación pacífica de la familia chilena, como está pasando ahora en la Plaza Italia donde se están congregando 500 mil personas, donde hay gente que baila porque con este movimiento recuperó la alegría”.

A modo de ejemplo, explicó que “la sociedad chilena está muy segregada, donde la gente con muchos ingresos no se topa con la de menos ingresos, y hoy es posible ver un reciclador que se dé la mano con un empresario, o sea que la gente se está reencontrando, y muchos estudiantes se están encontrando con la realidad de un Chile que no conocía, y como se ve en las imágenes, no hay banderas de partidos políticos”.

 “Hay una distancia de 39 sueldos mínimos entre una persona que gana mucho con otra que gana menos, por eso hoy la gente pide que la cosa sea un poquito más igualitaria”, cuestionó, al tiempo que opinó que “las medidas que está asumiendo el Ejecutivo me parece que van en la dirección correcta, pero no alcanza, porque falta salud pública y equiparación de salarios”.

Crítico, Martínez Figueroa dijo que “la gente gana menos de 500 dólares, y en ese margen también están los jubilados que no tienen ingresos para cubrir sus gastos, y no alcanza con que Piñera haya pedido perdón, aunque la gente reconoció el gesto, pero esto le tocó a él, ya que la basura se venía escondiendo debajo de la alfombra con otros gobiernos”.

 “Cuando se les exige a nuestros parlamentarios que bajen a la mitad sus dietas, es porque ganan cifras exorbitantes en relación al resto, ya que un legislador chileno gana aproximadamente 6 millones de pesos chilenos, que deben ser 9 mil dólares aproximadamente, sin contar las prebendas por autos y casas que reciben”, sentenció.