La coordinadora ejecutiva de la Fundación Por Nuestros Niños, Verónica Figueroa, estuvo en el programa De Buena Fuente donde se refirió al trabajo social que realizó la ONG a lo largo de estos años por la asistencia médica y social, y el bienestar de niños, jóvenes y madres de Salta.

“Nació en 1997, por la idea de una familia tiene un niño con discapacidad, una familia que tenía las necesidades básicas satisfechas y en el transcurso del tiempo que buscaban respuestas, se dieron con que era un sistema de salud totalmente colapsado y como muchos tenían acceso, muchos otros no. No había hospital de niños, el APS estaba colapsado, había filas larguísimas en las salitas para ponerse vacunas”, explicó Figueroa.}

Sus fundadores fueron Carlos Bassani, Silvina Isasmendi y Adrián Soto, que ya falleció. “Hicieron una campaña para conseguir un espacio entre amigos, lo hacían de corazón”, sostuvo. Al respecto, destacó que con el tiempo lograron ser una ONG sostenible, autónoma y gerenciada, “nació con ganas de ayudar, se puso sostener y transformar”, aseguró.

Además, recordó que comenzó con una casa con dos habitaciones y hoy cuenta con una sede en La Loma, con SUM para niños, para grandes y consultorios, que llegó hasta a ser considerado un Centro de Salud, y también cuentan con una sede en La Ciénaga. Actualmente trabajan en estrategias de salud, educación y desarrollo integral, vinculado con el Sistema de Protección de Niños, Niñas y Adolsecentes.

“Tenemos grandes logros; hoy hay trabajadores sociales y psicólogos profesionales que han asistido a la fundación como beneficiarios”, celebró y sostuvo que “han sido parte de la fundación, conocen el trabajo de los trabajadores sociales que salen al territorio y los motiva a los chicos”. “Es un logro muy grande, el impacto de su paso por la fundación los lleva a ser los primeros profesionales de esas familias”, destacó Figueroa.

Por Nuestros Niños trabaja en un Plan Trienal, desde donde impulsan programas como Compartiendo Salud, que se sostiene con recursos de algunas empresas, y pone en práctica a especialistas como neurólogos, psicopedagogos, fonoaudiólogos y nutricionistas para trabajar aspectos que garanticen una buena escolaridad, junto a capacitaciones en merenderos, escuelas y referentes sociales; o también el proyecto Palanca, que trabaja con docentes para implementar protocolos de reacción y prevención de desprotección de niños. “La escuela es el ámbito donde los niños tienen la oportunidad de decir ‘me están pasando esto’ cuántas veces le tiran el delantal a la seño y le dicen ‘me pasa esto’”, afirmó.