Antes de conocer la sentencia, el imputado declaró pero no se sometió a preguntas de las partes. Reyes dijo que tanto él como Belén, eran personas celosas. Además, sostuvo que el día del hecho fue a la casa de la víctima y había un tercero que supuestamente era el nuevo novio de la joven, después se retiró del lugar con algunos golpes en el rostro.

“Me llamó mi papá y me dijo que la policía me buscaba porque le habían cortado el cuello. No entendía nada, anduve en el centro, fui a dormir a la casa de mi tío y al día siguiente me entregue a la fiscalía”, afirmó.

Reyes también manifestó que Belén lo fue a visitar al penal en tres oportunidades, le prometió que lo iba a ayudar a salir de la cárcel y le confesó un secreto íntimo. “Una vez fue y me dijo que tenía algo importante para decirme, no lograba comprenderlo pero me confesó que su padre había abusado de ella cuando tenía 8 años”, aseveró.

Luego de un cuarto intermedio, los jueces de la Sala VI del Tribunal de Juicio condenaron a Reyes a la pena de 14 años de prisión por resultar autor penalmente responsable del delito de homicidio agravado por la relación de pareja previa y por mediar violencia de género en grado de tentativa, y por el delito de desobediencia judicial. Por otro lado, lo absolvieron del delito de amenazas por el cual también había llegado a juicio.

Por último, los jueces hicieron lugar parcialmente a la demanda civil interpuesta y condenaron al imputado al pago a la damnificada y accionante de la suma de 350 mil pesos en concepto de daños totales, más los intereses correspondientes.

Belén junto a su familia celebró la sentencia y a través del querellante, José Ortín dijeron que estaban conformes con la pena pese a que habían solicitado 18 años de prisión. “Belén me dijo que la declaración de Reyes era otro hecho de violencia psicológica. Tal vez no tenía sentido como estratégica defensiva manifestar cosas intimas que más allá de no ser ciertas, generan mucho dolor como decir que su papá abusó de ella”, concluyó Ortín.