Primero fue un huevo y se supone que le sobrevinieron muchos más, para que los efectivos policiales -200 custodios del orden, más sus carros hidrantes prolijamente dispuestos frente a la sede del Banco de Formosa de la capital provincial- se hayan alterados y, ya caídas las vallas que separaban a la manifestación de la división antimotines, se fueran con su violencia contra esa muchedumbre tan furiosa como apesadumbrada porque el gobierno dispuso volver a la temida fase 1 del aislamiento, la que lo hace obligatorio.
Por eso los comerciantes y los ciudadanos enfurecidos por la medida, se manifestaron desde temprano en pleno centro de la ciudad. Los ánimos no tardaron en expresarse en insultos y poco después en tirar lo que se tenga a mano a la propia policía. No hizo falta nada más para que la violencia estatal de las fuerzas del orden echara mano a un recurso tan sencillo como efectivo para estos menesteres: balas de gomas. Mientras el gobernador inauguraba rutas en el interior, los manifestantes eran dispersados a fuerzas de balazos.
Los perdigones provocaron heridos y nuevamente la portada de redes sociales y medios masivos de comunicación se llenaron de videos y fotos de la represión policial. Tampoco tardaron en reaccionar la dirigencia política opositora y la prensa igualmente opositora no tan solo al gobernador casi eterno, Gildo Insfrán, sino también hacia el presidente Alberto Fernández. No obstante desde la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación se repudió “la violencia ejercida por integrantes de la policía” y el propio Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero sostuvo que “el Estado debe garantizar la libre expresión pacífica de la ciudadanía en momentos de angustia colectiva”
La esquirlas tuvieron eco internacional y así la mismísima ONU, a través de su coordinador residente en Argentina, Roberto Valent y su representante regional para América del Sur del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Jan Jarab, se expresaron con preocupación por lo sucedido y se elaboró un comunicado donde se afirmó que “los Tratados Internacionales de Derechos Humanos garantizan el derecho a reunirse pacíficamente”
También manifestó su enojo Amnistía Internacional Argentina por la represión a manifestantes, señalaron en un comunicado. Esta organización, según consigna el portal Chequeado.com, recibió cientos de denuncias sobre las condiciones donde se realiza la cuarentena en los Centros de Atención Sanitaria (CAS) donde se obligaría a permanecer a los que contrajeron el virus con los que no lo tienen. Hasta aquí, sostienen las denuncia, la propia Policía “trasladarían compulsivamente a las personas contagiadas y las custodiarían durante 24 horas” Justamente es la misma Amnistía la que alertó hace no muchos meses que habían siete mil personas que no podían ingresar a la provincia y que varadas en la ruta esperaban respuesta a la acción presentada al Poder Judicial.
En orden con este precepto, los comerciantes abrieron sus puertas durante la tarde y los locales gastronómicos desafiaron, en un día de alto volumen de ventas como un viernes a la noche, que los consumidores vayan a sus mesas porque esta noche “no se cierra” aunque claro tendrán enfrente a la dureza de un funcionario todo terreno como Jorge Abel González, ministro de Gobierno pero también de Justicia, Seguridad y Trabajo. Sin ánimo de ser un componedor tal como lo expresa el gobierno nacional, acusado de proteger con su silencio el repudiable ejercicio de la fuerza represiva, González aumentó más la temperatura al caracterizar a los manifestantes como “un grupo de personas disconformes con las decisiones sanitarias que recurrió a la violencia extrema para realizar sus reclamos” y arengar en sus declaraciones a la prensa con que “hay que estar más unidos que nunca y Formosa no se rinde”.
Un reconocido empresario hotelero, cita el diario La Mañana, contó que recibió una bala de goma en el estómago. “Hemos sido reprimidos. Nos manifestamos para trabajar. Insfrán vacunó a la Policía para que salgan a ponerse en contra. Soñaba con una Formosa turística” enfatizó con bronca y tristeza esta voz poderosa e influyente; que por esa condición brinda un indicio de que si las cosas no se encauzan en la fase de distanciamiento social como vive el resto del país con muchos más casos que Formosa, en esta tierra limítrofe con Paraguay puede prender una de las consignas de la convocatoria ayer a la noche cuando se dispuso la vuelta de Fase: la desobediencia civil.
Por lo pronto para mañana sábado a las 11.30 está convocada una marcha a la que denominaron “por la Libertad de Formosa” y con la consigna: El Sector Privado no aguanta más. Mientras se escribe este reporte, los portales formoseños señalan que los locales comerciales dedicados a la gastronomía trabajan con normalidad. Las tapas de los diarios locales con mayor o menos intensidad informan sobre la represión y marcan un constrate con medios llamados nacionales que ni siquiera figura el titular en la última hora de la noche de esta sofocante viernes. Una muestra de botón y ya es reiterado, el matutino Página 12 no existe directamente una noticia referida a las balas de gomas de la policía formoseña. Otrora voz de los derechos humanos y expresión de despedidos, reprimidos y afines, desde que el portero diputado nacional Victor Santa María se hizo dueño de la marca del diario no figura nada que siquiera insinúe un golpe político al gobierno nacional.