Los militantes de la discordia

El estricto operativo anunciado por el gobierno de la provincia para los actos en honor del general Martín Miguel de Güemes, para preservar la salud de los salteños, se rompió de rompe y raja cuando tres agrupaciones peronistas, kirchneristas decidieron mostrar su apoyo al presidente de la Nación horas antes del acto de la noche del 16 en el Monumento, pero a unos cuantos metros en el hotel ubicado frente a la figura del General.

"Fueron 60 militantes que tenían el permiso del Presidente de la Nación para ingresar", se exculpó el ministro de Seguridad, Juan Manuel Pulleiro en declaraciones radiales en la mañana de hoy. Pero según el video que viralizó el repudio en las redes sociales, fueron más de un centenar de militantes los que ingresaron, grabado por una indignada vecina del lugar que relata su repudio invocando a Jesuscristo.

Pulleiro dijo que el plan de seguridad tenía previsto de tres anillos de control para ingresar al Monumento, para dar cuenta de los estricto del control, que se ponía más rígido cuando el personal de seguridad de la Casa Rosada exigía una pulsera de identificación, que muy pocos podían exhibir esa noche. Las explicaciones de Pulleiro no fueron suficientes para calmar las críticas que fueron muy aprovechadas por sectores antiperonistas, que sumó militantes macristas y de lo que queda del conservadurismo, para convertir todo en repudio generalizado. No era para menos, cualquier ciudadano realcionó el privilegio de ser "militante" en los actos del Bicentenario.

Ahora, ¿cuál era la urgencia de los conductores de las agrupaciones militantes por mostrarse ante el presidente? ¿Es que acaso no están cumpliendo con las políticas nacionales en Salta que necesitaron justificar su militancia con un saludo a contramano con lo dispuesto para cuidarnos de la pandemia?

Una buena preguna para Marina Eguías, del Movimiento Evita; la diputada nacional Lía Caliva, de la CCC y para el funcionario nacional Diego Arroyo, del Partido Kolina.  ¿Necesitaban dar semejante mal ejemplo a la sociedad salteña, a la misma que en los próximos días le solicitarán el voto? ¿Para qué? ¿Para seguir fomentando privilegios? ¿No son acaso los abanderados de la inclusión y la igualdad?

Un buen trabajo político no necesita de estas veleidades políticas. El buen trabajo se reconoce enseguida. Ahora, todo cambia cuando el único mérito es tener una designación o un sueldo público.

Quizás se deba librar a Fernández por no pertenecer al ambiente político provinciano, porque los servicios de inteligencia buscan asegurarle la seguridad, y hasta los trae el único interés de un buen viático, pero rara vez informan sobre la situación política. Pero de lo que no excusa es que los que dirigen a las agrupaciones políticas no tenga lectura de la realidad en donde viven. Indudablemente, Eguías, Caliva y Arroyo le deben una explicación a la sociedad. Hicieron quedar mal al presidente, al gobierno provincial y quedaron mal ellos, y el gobierno que debieran defender.

No hay caso. El gobierno nacional no tiene buen ojo para elegir colaborantes en Salta. Como se repite en los bares de la ciudad: "o cambiamos la realidad o mejoramos la hipocresía".